Jornada Empleo y Mujer en Móstoles: Si queremos mejorar la calidad de vida hay que promover el empleo

Juan Carlos García responsable de la Escuela Más y Menos

Con motivo de los actos vinculados a la celebración del 8M, Fundación AMÁS ha participado en una jornada sobre ‘Empleo y Mujer’ organizada por el Ayuntamiento de Móstoles junto a responsables de otras entidades sociales como Cruz Roja Comunidad de Madrid o Punto Omega.

Juan Carlos García, responsable del Servicio de Formación para la Inserción Laboral (Escuela MásyMenos), ofreció algunos de los datos de las encuestas de empleo y discapacidad del INE, que reflejan cómo las personas con discapacidad intelectual registran las menores tasas de empleo y de salario, colocando al colectivo en una situación de mayor vulnerabilidad social: “Sólo dos de cada 10 trabajan”

El 46% del alumnado de la escuela Másymenos son mujeres

En ese sentido, García presentó la misión de la Escuela de Formación Másymenos, cuyo alumnado cuenta con un porcentaje de discapacidad igual o superior al 65% y es femenino en un 46%. “Si queremos mejorar la calidad de vida, hay que promover el empleo” señaló, antes de destacar que, tras su paso por la escuela, el 52% del alumnado que consigue un contrato son mujeres, y que ese porcentaje se incrementa hasta el 62% en el caso de tratarse de empresa ordinaria en el 2023.

Frente a adaptaciones técnicas que permitan superar las barreras de accesibilidad de otras discapacidades, García puso el foco en los apoyos personales, fundamentales para el acceso al empleo del colectivo de personas con discapacidad intelectual. “En Fundación AMÁS hacemos y también investigamos” señaló, antes de adelantar algunos datos de un estudio que está desarrollando la Fundación y que analiza el tipo de apoyos, tanto en la actividad laboral como en el ámbito personal, social, familiar y laboral que reciben las personas y su impacto en la calidad de vida a través del empleo.

Se cuestiona su maternidad pero cuidan de otros miembros de la familia

Entre los datos destacados de este estudio, los resultados evidencian roles y sesgos de género entre los porcentajes de apoyo familiar, que en el caso de la mujer asciende al 21%, 10 puntos por encima de este mismo tipo de apoyos en el total de personas con discapacidad. “Responde no sólo a los roles que mantienen a las mujeres con discapacidad intelectual en casa cuidando de otros miembros de la familia, sino también al hecho de que cada vez son más las personas con discapacidad intelectual que son madres y que requieren de nuestro apoyo para la crianza y la conciliación”.

García reivindicó el derecho a la maternidad de las mujeres con discapacidad: “se da la paradoja de que se pone en entredicho su rol de madre pero no el de cuidadora de otros miembros de la familia”, indicó, y señaló que, “tienen temor de perder a sus hijos y eso es duro y les genera frustración, aunque día a día demuestran que tienen las suficientes competencias aunque puntualmente precisen apoyos” antes de animar a las personas asistentes a apostar por las mujeres con discapacidad intelectual para el empleo, y el convencimiento de que son unas grandes trabajadoras.