Fundación AMÁS

Llega el fin de semana y con él, los grupos de ocio compartido

Realizar actividades culturales, deportivas, en naturaleza, de aventura, gastronómicas… las posibilidades de ocio son tan infinitas como las aficiones de las más de 150 personas con discapacidad intelectual que forman parte de los grupos de ocio compartido de la Fundación AMÁS en Móstoles y en Leganés a través de Afandem y Adfypse.

Son grupos formados por afinidad, gustos y edad de un grupo reducido de personas para realizar actividades en el entorno en fin de semana, ofreciendo espacios seguros para que ese tiempo sea de calidad. Durante las actividades se participa en espacios comunitarios, rompiendo de esta manera barreras y derribando estereotipos. Sus integrantes se convierten, sin quererlo, en agentes de cambio social, protagonizando espacios y tiempos compartidos con el resto de la sociedad.

Impacto múltiple

“Participo en ocio porque me lo pasó muy bien con mis amigos. Me ha dado alegría volver a verlos después del verano”, señala la joven Yraya. Su madre, Yaiza, apunta sobre su participación en los grupos que “nos ofrece tranquilidad porque sabemos que está en buenas manos y las actividades que realizan son de sus gustos. También porque el rato que está en ocio nos aporta un pequeño respiro”.

participantes de ocio en un parque de aventuraEste respiro o tiempo para la familia es un beneficio añadido a la participación de las personas en los grupos de ocio. Sagra, madre de Iker comparte esta realidad. “Su participación en ocio nos permite a su padre y a mí mantener espacios de pareja, con los que antes no contábamos y tener nuestro ocio, del mismo modo nos permite dedicar un espacio de ocio exclusivo con nuestro otro hijo. Esto impacta muy positivamente en la dinámica familiar y en la de pareja.”

Para Sagra el impacto del ocio en las actividades de Iker es muy positivo. “Se siente más incluido en su entorno, ya que, como el resto de chicos y chicas de su edad, realiza actividades con sus amigos y amigas sin la presencia de sus padres, tiene planes para compartir en el cole y se siente ‘mayor’”, señala.

Autonomía

‘Sentirse mayor’ o el fomento de la autonomía personal es otro de los beneficios del tiempo de ocio. Se trata del manejo del dinero, la socialización con otras personas, manejarse en el transporte, mejorar la autoestima… entrenar habilidades sociales y descubrir otras formas de ocio que permitan a la persona con discapacidad inteelctual seguir creciendo en todas las esferas de su vida.

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