Fundación AMÁS ha concluido el curso en sus Centros de Atención Temprana (CAT). Durante este año, se ha prestado atención a más de 710 familias distribuidas entre los centros de París, Finlandia, Reinosa y STEIA. El enfoque educativo de los CAT se basa en reconocer a cada niño y niña como protagonista de su propio proceso de aprendizaje. Desde sus intereses, motivaciones y ritmos, se crean experiencias en las que el juego se convierte en motor de descubrimiento y desarrollo. En este sentido, las interacciones cotidianas y el entorno cercano son clave para generar oportunidades significativas que fortalecen la autonomía, la comunicación y la capacidad de relacionarse.
Más de 80 profesionales
Este acompañamiento se ha sostenido gracias a la labor de más de 80 profesionales que trabajan desde la cercanía y la especialización. Por centros, este año que acaba de terminar, CAT París ha atendido a más de 250 familias, incluyendo 12 en seguimiento adicional. En el caso del CAT Finlandia han sido 156 y en el CAT Reinosa se ha intervenido con más de 200 familias. Por su parte, STEIA ha brindado cobertura educativa a 100 familias.
Este compromiso con la atención de calidad ha ido de la mano de avances significativos. Durante el curso, Fundación AMÁS ha puesto en marcha un grupo transversal de apoyo a personas con TEA, una iniciativa que mejora la coordinación entre las áreas de infancia y personas adultas y fortalece, aún más, un modelo de atención centrado en la persona y adaptado a cada etapa de la vida.
Como ya es tradición, al finalizar el curso los equipos profesionales de cada Centro de Atención Temprana dedicaron una jornada a compartir experiencias, analizar los logros del curso y plantear nuevas ideas para el siguiente año.
Las familias, imprescindibles en el proceso
En el CAT París, el cierre tuvo un toque especialmente emotivo. Un grupo de familias, que ha estado muy implicado en el proceso educativo de sus hijos durante todo el curso, fue invitado a participar en una jornada de reconocimiento y agradecimiento al equipo profesional. Fue un momento cargado de emoción y cercanía, en el que los padres y madres compartieron palabras llenas de afecto, destacando no solo el trabajo profesional, sino también el cuidado, la dedicación y el respeto con el que se acompaña a cada niño y a cada familia.
Durante el encuentro, una madre quiso compartir un regalo muy especial regalando un cuento que ella misma escribió y contó en primera persona inspirándose en su experiencia en el CAT. La historia, que ha sido editada en formato lectura y también como audiocuento, emocionó profundamente a quienes la escucharon.
De cara al próximo curso, Fundación AMÁS continuará trabajando junto a sus profesionales para ofrecer una atención temprana de calidad, cercana y referente en el ámbito de la infancia.
