La Fundación AMÁS continúa avanzando en su compromiso con las personas adultas con discapacidad intelectual, desarrollando proyectos que promuevan su autonomía, su inclusión y su bienestar. Bajo la dirección de Manolo Blanco, el Área de Adultos, para este año, seguirá impulsando iniciativas innovadoras que responden de manera eficaz a los retos actuales y anticipan las necesidades del futuro, siempre desde un enfoque centrado en la persona, participación en comunidad y en el papel activo de las familias.
Esta visión integral permite construir modelos de atención más humanos, flexibles y participativos, que sitúan a cada individuo en el centro de las decisiones que afectan su vida personal y profesional.
Hacia una vida más autónoma
Uno de los pilares fundamentales del trabajo en el área de adultos es el proceso de desinstitucionalización. Este enfoque busca superar los modelos tradicionales de atención, promoviendo entornos más inclusivos y personalizados a cada persona. “Tenemos que seguir dando pasos en fomentar la autonomía y en mejorar las vidas de la gente”, afirma Manolo Blanco, director del área.
La Fundación AMÁS seguirá trabajando para que las personas con discapacidad puedan vivir en comunidad y con apoyos flexibles que se adapten a sus necesidades y deseos. Esto implica la transformación de los centros residenciales y la creación de alternativas habitacionales que favorezcan la vida independiente de las personas cómo discapacidad.
TEA y envejecimiento, dos retos emergentes
La atención a personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) y aquellas en procesos de envejecimiento es una prioridad. Los profesionales de la Fundación AMÁS han identificado estas dos realidades como áreas de especial incidencia, que requieren metodologías de apoyo diferenciadas.
“Tenemos que seguir dando pasos en fomentar la autonomía y en mejorar las vidas de la gente”
Manolo Blanco, director de área de adultos de Fundación AMÁS
Como ejemplifica Manolo Blanco, “hay dos necesidades crecientes que están teniendo mucha incidencia, que son las personas con autismo o TEA y las personas en proceso de envejecimiento”. Esta situación exige la puesta en marcha de medidas que permitan a los profesionales estar preparados para dar la mejor respuesta a esta nueva realidad, algo que permite seguir garantizando la calidad de vida y el bienestar de todas las personas.
En este sentido, se están desarrollando programas específicos que abordan las características de cada grupo con especial atención a la salud física y emocional. Recientemente, la Fundación AMÁS puso en marcha un grupo transversal de apoyo a personas con TEA, para mejorar las prácticas de apoyo a estas personas y adaptar las estructuras organizativas a sus necesidades.
Planes personales en comunidad
Personalización, inclusión y ciudadanía son tres valores fundamentales para la Fundación AMÁS, que ha implementado un modelo de atención basado en planes personales, que permite diseñar itinerarios de vida ajustados a las preferencias, capacidades y objetivos de cada persona.
“Hemos realizado un proceso importantísimo para incorporar la atención a las personas a través de los planes personales, a través de la participación en comunidad y prestando los apoyos adecuados”, detalla el director del área.
Este enfoque no solo mejora la calidad de vida, sino que también potencia la participación activa en la comunidad, fomentando vínculos sociales y oportunidades de desarrollo personal. Los apoyos se ofrecen de forma flexible, respetando los ritmos individuales y promoviendo la autodeterminación de la persona.
Las familias, aliadas imprescindibles
La participación de las familias es otro eje estratégico del área de adultos. Fundación AMÁS reconoce el papel fundamental que desempeñan en el proceso de inclusión y bienestar de las personas con discapacidad.
“Tenemos que fomentar su participación en espacios cotidianos de los centros, y tenemos que generar oportunidades para las familias”, destaca Blanco. Para ello, se han creado espacios de encuentro, formación y diálogo, donde las familias pueden compartir experiencias, colaborar en la toma de decisiones y fortalecer su vínculo con los profesionales y con la comunidad.
La participación en órganos de gobierno, de la fundación y de las asociaciones, las diferentes comisiones como la de comedor o ética, los grupos estables, las formaciones, los consejos de centro y otras oportunidades que deben seguir ofreciendo oportunidades a las familias, Esta participación contribuye a construir entornos más humanos y empáticos.
“Hemos realizado un proceso importantísimo para incorporar la atención a las personas a través de los planes personales, a través de la participación en comunidad y prestando los apoyos adecuados”
Manolo Blanco, director del área de adultos de la Fundación AMÁS
Las familias son el principal apoyo de las personas con discapacidad y es preciso facilitar su integración en la toma de decisiones, consiguiendo así, el empordarmiento en los nuevos modelos de atención basados en el enfoque de derechos y de provisión de apoyos que fundamenten el trabajo de los profesionales.
Compromiso con el futuro
La Fundación AMÁS sigue apostando por una atención centrada en la persona, de forma innovadora y transformadora. Los proyectos del área de adultos permiten construir una sociedad más justa, donde cada persona con discapacidad intelectual pueda vivir con dignidad, autonomía y plena participación.
Desde la desinstitucionalización hasta el trabajo con familias, pasando por la atención especializada y los planes personales, el equipo liderado por Manolo Blanco continúa marcando el rumbo hacia una inclusión real y es referente en su ámbito. Porque como él mismo afirma, “mejorar las vidas de las personas no es solo un objetivo, es nuestra razón de ser”.