Fundación AMÁS

Fundación AMÁS organiza una escapada inolvidable a Zaragoza

Un grupo de vecinos de la residencia Nuevo Parque Polvoranca, en Leganés, ha viajado a Zaragoza con motivo de las fiestas del Pilar. Organizado por los profesionales de la Fundación AMÁS, este viaje no solo fue una salida cultural, sino una experiencia realmente enriquecedora para todos los participantes.

El equipo que les acompañó, formado por dos profesionales de apoyo de la Fundación AMÁS, María Carmen Fernández y Gema Blanco, y un enfermero, Víctor López, trabajó en estrecha coordinación para asegurar que todo fluyera con naturalidad. Tal y como detalla el propio Víctor, “planeamos hacerlo un día entre semana para que hubiera tantas aglomeraciones”. Una medida tomada para favorecer el bienestar de las personas que participaron en este viaje, todas ellas con grandes necesidades de apoyo y trastornos de la conducta.

La idea nació en el taller de oración que se realiza semanalmente en la enfermería del centro, un espacio creado para atender la dimensión espiritual de quienes lo necesitaban. “Creíamos que era un sitio idóneo para conocer y disfrutarlo”, cuenta Víctor López. Y así, con mucha ilusión y respeto, comenzó a organizarse una aventura que pronto se convirtió en un sueño compartido.

La planificación del viaje fue tanto participativa como cuidada en todo detalle. Se preguntó a las personas que destino les gustaría visitar y Zaragoza fue la elección mayoritaria. Incluso algunas que no asistían al taller de oración quisieron sumarse a esta aventura. Con el apoyo de las familias y los profesionales de la Fundación AMÁS compraron los billetes de AVE, reservaron los restaurantes y eligieron las actividades del programa festivo. Todo pensado para que cada persona se sintiera protagonista de esta historia.

Emoción en cada paso

Durante el viaje, además de visitar la Basílica del Pilar, asistieron a conciertos, recorrieron la ciudad y compraron recuerdos. Pero lo más valioso no estaba en el itinerario que se estableció. Víctor recuerda que, por ejemplo, muchos de ellos nunca habían viajado en tren y fue algo que a muchos les llamó mucho la atención. “Contemplaron el paisaje, compartieron asiento con sus compañeros, leyeron el periódico y hasta incluso hicieron algún amigo que viaja a Barcelona”. Eso sí, lo que más les impactó fue la visita a la Virgen del Pilar, ya que muchos de ellos se emocionaron al besar la columna sagrada, un gesto repleto de espiritualidad y simbolismo.

“Varias personas se emocionaron cuando conocieron y besaron a la Virgen de Pilar”

Víctor López, profesional de Fundación AMÁS

Las necesidades específicas, como el apoyo en movilidad o el control emocional, fueron atendidas desde el conocimiento profundo que el equipo tiene de cada persona. “No nos hizo falta identificar nada puesto que son personas con las que trabajamos todos los días”, explica Víctor. Se garantizó la accesibilidad en el transporte, se eligieron restaurantes adaptados y se explicó previamente cómo se desarrollaría cada actividad para así no crear situaciones incómodas o alteraciones de conductas. 

“La educación y el respeto creemos que han sido puntos clave durante el viaje. Todo esto no sería posible sin el trabajo diario de los profesionales de apoyo” 

Víctor López, profesional de Fundación AMÁS

Con este viaje, el vínculo humano salió reforzado, ya que permitió a los vecinos de Nuevo Parque Polvoranca descubrir nuevas facetas suyas. “Detectamos carencias y reforzamos virtudes de cada uno de ellos”, reflexiona Víctor. «Verlos fuera del entorno habitual, interactuando con la comunidad, tomando decisiones, pidiendo su menú o buscando su asiento en el tren, fue una lección de autonomía», recuerda.  Y es que la emoción se respiraba desde los días previos, con nervios y expectativas, hasta el regreso, marcado por el cansancio feliz de haber vivido algo extraordinario. “Las personas han vivido el viaje con mucha emoción y risas”, resume Víctor con esta frase. 

Un mensaje que trasciende  

Este tipo de actividades refuerzan el compromiso de Fundación AMÁS con los proyectos de vida de las personas. El viaje al Pilar de Zaragoza forma parte ya de la larga lista de sueños cumplidos por las personas a las que apoyamos. Además, estas iniciativas son un ejemplo de la inclusión real y de la participación activa de las personas con discapacidad intelectual en entornos normalizados. Viajar, compartir y salir del entorno habitual permite conocer mejor sus necesidades, fomentar su autonomía y seguir construyendo una sociedad más accesible y respetuosa para todos.

 

 

El viaje a Zaragoza, en imágenes 

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