En el inicio del curso de atención temprana, una representación de los niños y niñas que acuden a los centros de atención temprana de la Fundación AMÁS, sus familias y profesionales del área de infancia, participaron en una demostración con dos exoesqueletos infantiles que evidenció el enorme potencial de esta tecnología para mejorar la calidad de vida y la autoestima de los menores con discapacidad.
Exoesqueletos infantiles: una herramienta transformadora
Esta innovadora experiencia estuvo conducida por Jaime Esbrí y Marta Capataz profesionales de Marsi Bionics, la empresa que desarrolla este proyecto en colaboración con CSIC y varios hospitales madrileños, acompañados de Cristina Rodríguez, antigua trabajadora de atención temprana de la Fundación y hoy del equipo de fisioterapia del Hospital Niño Jesús que ha validado el uso del exoesqueleto en entornos naturales.
Durante la jornada se expusieron los beneficios de estos dispositivos que han demostrado su eficacia para potenciar la movilidad y la autonomía, prevenir complicaciones asociadas a la falta de movimiento, y favorecer la integración social y bienestar emocional de los menores. En la actualidad, se espera autorización de la UE para ser utilizado en los diferentes entornos de los niños y niñas.
Testimonios que emocionan: Minerva y Leo, protagonistas del cambio

Roly, mamá de Minerva, niña de 6 años que recibió atención temprana en el Centro de Atención Temprana Finlandia desde julio de 2019, ha podido utilizar el exoesqueleto en su domicilio durante dos meses, en el marco de los ensayos para el desarrollo del exoesqueleto Explorer.
“Para mí, ahora es una herramienta innegociable. Me permite salir a pasear con Minerva o hacer tareas en casa sabiendo que ella está segura, activa, feliz.”
Roly, madre de Minerva.
Leo, 4 años, del Centro de Atención Temprana París, también tuvo la oportunidad de probar el exoesqueleto, regalando a los asistentes un momento inolvidable. Al principio prudente y expectante, más tarde radiante, Leo dio sus primeros pasos, chutó un balón, lanzó una pelota… de pie, caminando, con una sonrisa que llenaba el espacio.
La experiencia fue transformadora también para los profesionales de infancia, como Kathlen de Oliveira, fisioterapeuta del Centro de Atención Temprana Reinosa: «Me emocionó profundamente ver a Leo de pie y desplazándose con el exoesqueleto. Como fisioterapeuta, fue inspirador ver como la tecnología se convierte en un recurso real para favorecer movilidad y participación».
Tecnología al servicio de la autonomía
Este tipo de apoyos técnicos están completamente alineados con el paradigma de los apoyos centrados en la persona y con las prácticas recomendadas en atención temprana. Además, asegura el enfoque basado en las F-Words o condiciones para mejorar la calidad de vida de los niños y niñas con discapacidad: asegura que los niños se diviertan, Fun; interactúen con amigos, Friends; sean compartidas y apoyen la calidad de vida de la familia, Family; aseguren una cantidad de ejercicio, Fitness, prioricen la función a la rehabilitación, Function; y permitan soñar con una vida digna, Future.
Para los equipos de profesionales de Fundación AMÁS es imprescindible actualizarse en este tipo de avances que no solo mejoran la función motora, sino que dignifican, empoderan, conectan, y mejoran la calidad de vida de las familias.
La sonrisa de Leo es el mejor argumento para reclamar que estos dispositivos se puedan adquirir comercialmente y que estén incluidos en el catálogo de materiales ortoprotésicos, facilitando vidas más autónomas y dignas de una manera accesible a quienes más lo necesitan.