Fundación AMÁS

Más de 100 profesionales de Fundación AMÁS acompañan a personas con discapacidad en sus vacaciones de este verano

Dos personas disfrutando este verano de un viaje.

El verano es sinónimo de descanso, descubrimiento y disfrute. Y en Fundación AMÁS, también lo es de inclusión, planificación y compromiso. Desde el Servicio de Ocio, el proyecto de turismo ha vuelto a demostrar que las vacaciones también son un derecho para las personas con discapacidad intelectual. Entre los meses de junio y septiembre, más de 100 profesionales han hecho posible que decenas de participantes disfruten de unos días de desconexión en destinos adaptados a sus gustos y necesidades. “Han participado un total de 113 monitores y 15 voluntarios”, explica Cristina Santana, quien coordina este proyecto dentro del área de Ocio.

Un trabajo que empieza mucho antes de hacer la maleta 

Aunque las vacaciones de muchos de los beneficiarios comienzan en junio, el trabajo arranca muchos meses antes. “Nos empezamos a organizar en enero. Somos cinco personas en el equipo las que coordinamos y organizamos, pero hay muchos más”, detalla Cristina.

Ese equipo incluye profesionales de áreas como coordinación, administración o dirección que se vuelcan en la organización, preparación y puesta en marcha del proyecto de turismo. Además, los monitores de atención directa se encargan de planificar y organizar las vacaciones para que todos y todas disfruten de esta experiencia vacacional. La preparación incluye desde la elección de los destinos vacaciones hasta la coordinación de apoyos, pasando por la gestión de los grupos, los alojamientos y las actividades que desarrolla.

Infografía con datos de servicio de Ocio de este verano.

Todo se diseña teniendo en cuenta las preferencias de las personas, sus fechas disponibles y, por supuesto, que los destinos estén bien adaptados y sean accesibles. Porque el objetivo no es solo viajar, sino hacerlo con seguridad, comodidad y libertad.

Costa, sol y experiencias compartidas 

Este verano, los destinos más destacados han sido en su mayoría costeros, como puede ser Valencia, Benidorm, La Línea, Benicàssim y La Ràpita. Lugares donde el mar, el buen tiempo y la convivencia han sido protagonistas de unas vacaciones inolvidables. A Valencia, precisamente, ha viajado Carlos Bejines, participante este verano en uno de los viajes que organizó el servicio de Ocio. “Lo que más me ha gustado de irme a Valencia ha sido ir al parque acuático de allí y conocer nuevos pueblos”, cuenta. Carlos recuerda este viaje como una experiencia muy gratificante tanto con los monitores como sus compañeros. Tal y como recalca, “algunos ya los conocía, pero tenía ganas también de conocer gente nueva y me hizo mucha ilusión. Me cuidaron muy bien y fue una buena experiencia”.

Carlos disfrutando con sus compañeros del viaje a Valencia
Carlos (segundo desde la derecha), compartiendo risas y buenos momentos con sus compañeros durante el viaje a Valencia.

Desde Fundación AMÁS, el turismo se entiende como una oportunidad para fomentar la autonomía, fortalecer vínculos y disfrutar del tiempo libre en igualdad de condiciones. Por eso, cada verano se convierte en una experiencia transformadora, tanto para las personas que participan como para quienes las acompañan. Gracias al esfuerzo de los profesionales, los voluntarios y las familias, el proyecto de turismo del Servicio de Ocio de la Fundación AMÁS sigue creciendo y consolidándose como una propuesta de ocio inclusiva, segura y humana. Porque todos y todas tenemos derecho a vivir un verano lleno de significado.

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